jueves, 12 de mayo de 2011

Adicción al deporte


Hacer actividad física, realizar un deporte que no solo traiga buenos resultados al cuerpo sino también a la mente es fundamental para cualquier persona. Ahora cuando el deporte se transforma en el eje central de la rutina y las horas que se pasan dentro de un gimnasio son demasiadas se pueden hablar de adicción.
 Hacer deporte o ir al gym son actividades saludables y recomendadas pero el exceso ellas pueden traer aparejados efectos perjudiciales para aquellas personas obsesionadas con el cuerpo y la figura.
 El límite entre disfrutar el deporte y la obsesiva adicción al ejercicio puede ser muy delgado si no se sabe poner un stop.
 La adicción al deporte se puede identificar, como casi todas las adicciones, mediante tres síntomas básicos: tolerancia, supresión y dependencia.
Esta última hace referencia al momento en el cual la persona es capaz de eludir compromisos sociales o laborales importantes solo para hacer deportes.

En cuanto a la tolerancia, el adicto, comienza a sentir la necesidad de realizar cada vez más ejercicio dado la sensación gratificante que le produce.
Cuando el nivel de ejercicio es tal la persona comienza a sentir cansancio, debilidad y en algunos casos depresión producto de la frustración que le produce no poder cumplir con la cantidad de horas diarias de actividad física o del deporte que le guste.

En ese momento comienzan a aparecer síntomas como la irritabilidad y la ansiedad que llevan a la supresión del ejercicio para caer en una patología claramente psicológica.

Este tipo de adicción puede conllevar a trastornos graves, la creación de un círculo vicioso entre la dependencia de hacer deportes y la imposibilidad de alcanzar las pautas establecidas (por el mismo adicto).
Los problemas sociales, económicos, laborales y psíquicos también tienen lugar en esta patología.

Fuente: Adicciones 

martes, 3 de mayo de 2011

El tratamiento

Una vez que el adicto asume que necesita ayuda y que lo que esta viviendo es un problema grave que afecta su vida y de su entorno, el paso siguiente es la realización de un tratamiento.

El tratamiento no dependerá de un solo factor sino de varios: el contexto social, la relación con la familia, la historia personal y el grado de efectos negativos que la droga ya ha causado en el adicto.

Contar con un buen equipo médico y psicológico es fundamental para cubrir todos los aspectos necesarios para lograr una recuperación.